jueves, 28 de junio de 2012

De una mujer enamorada


A JOSÉ MARTÍ


Si pudiera, como a Simón,
colmarte de besos
con los que apagar la furia,
el miedo a nosotros mismos
y a todo lo que nos rodea;
besos locos de pasión
para superar la muerte
que obstinadamente nos persigue,
Yo te besaría, José,
José Martí,
cabeza triangular,
de ángulos agudos,
cuyos vértices son
la patria, la soberanía
y el pundonor.

Si pudiera, como a Simón,
contarte dulcemente
las tragedias que no quieres conocer,
insomnios milenarios,
te las contaría al oído,
como una madre
que en silencios sonoros
mece el sueño de sus hijos.

Si pudiera, como a Simón,
salvarte de la muerte,
lo haría decidida,
como una fiera;
volvería a desnudarme para fingir
amores desmedidos
en edad impropia
para tanto atropello.

Si pudiera, como a Simón,
salvarte de la injuria
salpicando las paredes
con mi letra escolástica,
Lo haría, José, José Martí.

Si pudiera, como a Simón,
seguirte en todos los exilios,
incluido el que marca
el punto final de la existencia,
repetiría la comedia
de volver la mirada
para no dañar
tu último gesto viril,
único entre los miles,
magnífico entre los singulares.
Lo haría por ti, José,
José Martí,
pues el sacrificio
que te alejó de mi vientre
era semilla mojada
que en pueblo germinaría.

¡Si pudiera repetirse la vida!
Guardaría tus enseres
entre pepas de alcanfor,
como la Zula Pando,
esperando que Garibaldi llegara
un día de tormenta,
como todos los nuestros,
dispuesto a escuchar mis palabras
de madre enajenada
y mujer viciosa,
con la impertinencia de esa edad
que se atreve a contestar
la marcha de los poderosos.
Edad y vida
que a nosotros no perdonaron,
cegándonos en violento esputo
de sangre maloliente,
como a Simón,
o en bala anónima,
perdida para todos
menos para ti, José,
José Martí,
cabeza triangular,
de ángulos agudos,
cuyos vértices son
la patria, la soberanía
y el pundonor.

Si pudiera con mi sable
levantar la memoria olvidadiza,
el adobe que cimenta,
la opresión de los pueblos
liberados por Simón,
rompería las estatuas
que con cinismo le adulan
tras celebrar su muerte,
para gritar, ordinaria y soez
como yo sola supe serlo,
que por encima de vendepatrias
y cachivaches,
tú, José,
José Martí,
sigues vivo sin estatuas
en el corazón de tu pueblo.

Si pudiera, José,
José Martí,
acrecentar con mis besos
tu grandeza,
lo haría sin reproches,
volcán imprevisible,
ácido corrosivo
de celos que se muerden,
tragan  y digieren
frente a ella,
la otra,
mala mujer
que a todos enredó.
Hembra insaciable,
¡América Latina!,
Que me robó a Bolívar
 sin que yo,
Manuela,
¡Sol del Perú!,
me atreviera ni siquiera
a susurrarle.

Roete Rojo
En la ciudad del desamparo,  1995, centenario de la muerte de José Martí.

Nota.- Como pueden comprobar las lectoras y los lectores, no pude sustraerme a la presencia de Simón Bolívar. El amor es así.

jueves, 21 de junio de 2012

ANGELILLO, EL DIABLO BLANCO


(Crónicas desde la incubadora)
Melodrama en  IV Actos

Personajes: Angelillo, bebé originario de Íllora.
Kevin Cosner Ezú, bebé originario de Montefrío.
Rubén Darío, bebé originario de Zafayona.
Las Marimantas (número según presupuesto del productor).
El payo vengador.
Las Diosas del Amor (3).



Acto I. 
Se ha hecho el silencio. Ni padres ni madres merodean el lugar como en ciertas horas de la mañana y la tarde. Se oye, eso sí, el llanto de una criatura o de un gatito caprichoso.
Las luces han quedado en ralentí y el mundo de los cuidados intensivos tiene el aspecto de una película de ciencia ficción: cables, máquinas, monitores, luces intermitentes rojas y verdes, pitidos de todo tipo.
Unos pasos se escuchan con nitidez.
Angelillo, un bebé rubio y blanco, alerta al resto de ciudadanos y ciudadanas de su edad: 
- ¡Qué vienen las Marimantas!, ¡Plan B!
A Kevin Cosner Ezú, un bebé moreno de raza gitana, le nace una maligna sonrisa en la boca, bueno, en el espacio de la boca que tiene libre de tubos y artefactos.
Rubén Darío, un bebé ecuatoriano, doblemente pequeño, por prematuro y por raza, parece indeciso y casi susurrando les advierte: 
- Si somos malos, el Diosito nos castigará…
¡Otra vez el payoponi con sus dudas!, le contestan Angelillo y Kevin Cosner Ezú.
¡Está bien, está bien!, responde Ruben Darío, ¡Sin ofender!, que ya estoy cansado de tantas burlas, mientras trata de rascarse el “fondillo”, de donde le cuelga una sonda, con el talón del pie derecho.
La Marimanta está vestida de verde, blanco o azul. Este detalle de los cambios de color los tiene sorprendidos, será, piensan, una estrategia para despistarlos. La Marimanta está comiéndose con gula el resto de una bolsa de galletas, para lo cual ha tenido que quitarse el antifaz que siempre lleva puesto.
-¡Es ella, es ella, es ella!, parecen decir los tres al unísono.
En ese preciso instante, Kevin Kosner Ezú, tal y como tienen acordado, sacando todos sus ancestros del estómago, comienza a gritar por seguiryllas:
-Ayyyyyyyyyyyyyy....
La Marimanta se lleva un susto de muerte y la bolsa de galletas hace un ruido metálico al caer al suelo.
- ¡Lo conseguimos, lo conseguimos! Se le ha puesto la cara de la “niña del exorcista”, piensa Angelillo regocijado.
Los tres comienzan a llorar.  Saltan todas las alarmas, los cuerpecitos se remueven dentro de sus cubículos, peligran todas las sondas y los drenajes.
El lugar se llena de Marimantas de todos los colores.

Acto II
Es de día. Donde sólo hubo silencio y media luz, ahora reina el ir y venir de superespecialistas, especialistas y aprendices de brujo. Es el peor de los momentos pues los bebés no saben qué pasará con ellos en las horas siguientes. Es el momento de las “novedades” para los adultos.
La única circunstancia que les alivia es saber que llegará el “payo vengador”. Las Marimantas están nerviosas, van de un sitio para otro simulando normalidad, más siempre mirando de reojo al pasillo por donde entrará.
Los tres bebés se comunican a través de un lenguaje sólo conocido por ellos.
-Hay que conseguir fastidiar a las Marimantas –dice Angelillo-, ¡Plan A!
Angelillo pregunta:  
-Kevin Kosner Ezú, Rubén Darío: - ¿Habéis cagao?
Kevin contesta: 
-Yo no, pero no te preocupes, castellano, que he hecho un esfuerzo y lo he “engomitao to”.
Rubén Darío: 
- Por más que rogué a Diosito no he podido hacer caca… pero con mucho esfuerzo, he conseguido sacarme dos sondas… ¡Que la virgencita del Quinche me perdone!... me he hecho mucho pipí del susto.
- Pues Plan perfecto, yo estoy de mierda hasta el cuello… afirma Angelillo.
No saben por qué pero para los adultos es determinante el que hayan subido 30 ó 40 gramos a la hora de la pesada. Son bebés pero no son tontos. El peso depende de los fluidos que tengan depositados en el cuerpo… Echarlos fuera es perfecto para no subir de peso, tenerlos a todos cabreados y vengarse a su manera.
¡Menudo lío se arma!
En medio del escándalo aparece el “payo vengador”. Es un héroe atípico: no se parece a Speaderman, ni al “Zorro” ni a Túpac Amaru. Es una especie de Sócrates del siglo XXI, cuya arma es dialéctica y su instrumento es el ¿POR QUÉ?, mediante el cual pone de los nervios a todas las Marimantas.
Angelillo está muy orgulloso de este personaje pues se trata de su papá,  
aunque mantiene con él una disputa permanente, pues se ha especializado en putearlo cuando duerme tranquilo; según el “payo vengador”, estimularlo es muy bueno para arreglarle los mecanismos que aún no funcionan bien en su pequeño cuerpo.
- Cuando estemos en casa… ¡Te vas a enterar de lo que vale un pimiento!, piensa Angelillo… ¡Tu vida va a ser un infierno!, sentencia para sí. La cara del tío de la “naranja mecánica” va a ser una broma comparada con la mía.

Acto III
Se acerca el momento más entrañable del día. Vienen las Diosas del Amor. A pesar de que van vestidas casi como las Marimantas, máscaras incluidas, no pueden confundirse con ellas.
Las Diosas del Amor huelen a pan tierno, a hierbas del campo y tienen una voz muy dulce que suena a cántico celestial. Nunca están enfadadas y cuando los toman entre sus brazos y los mecen con sumo cuidado, los tres bebés se sienten transportados al lugar más cálido, tranquilo y seguro del universo.
-¡Lo que nos vamos a perder!, sentencia Kevin.
-¿A qué te refieres?, le pregunta Angelillo.
-Pues que si esto de estar en sus brazos es la repolla… ¿qué sería pasar día y noche enganchados a sus tetas?
-¡No digáis palabras “gordas”! … les dice Rubén Darío.
-¡DIOSITO NOS VA A CASTIGAR!, dicen Angelillo y Kevin a dúo.

IV y Último Acto
Ha llegado el día esperado por todos sin excepción, incluidas las Marimantas. Los tres bebés han superado la barrera de los 2500 gramos y están dispuestos para lo peor, es decir, para llegar a sus respectivos hogares desconocidos, donde los esperan abuelos y abuelas, hermanos y hermanas, primos y primas… ¡Y la amenaza de un duro aprendizaje en la Escuela de la Vida!
Los tres padres tienen cara de idiotas, hasta el “payo vengador”, y las Diosas del Amor parecen intranquilas.
Las familias se arremolinan alrededor de la salida, hay mucha expectación en todos los rostros. Todos llevan objetos en las manos, de color azul y animalitos estúpidos estampados.
Los bebés también están inquietos sin ningún colgajo artificial entrando o saliendo de sus cuerpos, como si les faltara algo.
-¡Me cago en la leche!, clama Kevin Cosner Ezú, ¡Me teníais engañao!
-¿Por qué dices eso?, le pregunta Angelillo.
-¡Pensé que sólo mi pae era vendedor ambulante! Y ahora resulta que tós nos vamos derechos a la Marcha Verde.
La conversación cesa al aproximarse las Diosas de Amor. Cada una coge entre sus brazos a su pequeño bebé.
-Angelillo: ¡Mamá!
-Kevin Cosner Ezú: ¡Amá!
-Rubén Darío: ¡Mamita!
Los tres bebés apenas han tenido tiempo de despedirse. Sería un final triste después de tantas aventuras vividas juntos.
-Angelillo: -Tíos, ¡Plan C!
Los tres al mismo tiempo:
-¡Nos vemos en el cruce de la Moraleda! ¡Las Marimantas, NO PASARÁN!

SE CIERRA EL TELÓN

Roete Rojo

Notas:
1. Íllora, Montefrío y Zafayona son tres municipios de la comarca granadina, “El Poniente”.
2. En Zafayona y alrededores existen plantaciones de cultivos tempranos. En los últimos años se asentaron allí muchos trabajadores emigrantes, principalmente de origen boliviano y ecuatoriano. Estos trabajadores y sus familias son calificados por la población gitana, presente desde siglos, como “payosponi”. Para los gitanos, los que no somos de su etnia, somos “payos”; los nuevos pobladores, a todas luces no son gitanos y por lo tanto son payos… pero payos de estatura más pequeña, de aquí el calificativo.
3. Marimantas: personajes de la fantasía popular, seres fantasmagóricos que recorren por las noches las calles. Se ha utilizado esta figura para representar al personal de enfermería de la Unidad de Cuidados Intensivos de Pediatría.
4.- Fondillo: es el sustantivo que se utiliza en muchos países de América Latina para denominar al culo, palabra considerada obscena y de mala educación.
5.- Castellano: así denominan también los gitanos a los payos. Me apasiona la palabra por la significación histórica que tiene.
6.- Engomitar: es, según el lenguaje popular, un vómito salvaje.
7.- Repolla: superlativo de polla, es decir, supercojonudo, lo mejor de lo mejor.
8.- Pae, contracción de la palabra padre. Muchos gitanos se dedican a la venta ambulante. A las ferias ambulantes más grandes, los gitanos dieron el calificativo de “Marcha Verde”, desde la invasión de Marruecos sobre el Sahara.
9.- Cruce de la Moraleda, intersección de carreteras desde la cual se puede ir a los tres pueblos mencionados.

sábado, 9 de junio de 2012

TODO 11 TIENE SU 13: CARACAS ERA UNA FIESTA


Crónica a los 10 años del Golpe de Abril de 2002
(Artículo publicado por El Otro País de Este Mundo, junio 2012)

A los 10 años del golpe de Estado en la República Bolivariana de Venezuela, perpetrado por la cúpula del Ejército, la Patronal y los medios de comunicación, Caracas se dispuso a conmemorar la gran movilización popular que consiguió rescatar al Presidente secuestrado y retomar el hilo constitucional. En menos de 48 horas, algo inédito en la Historia.
Muchos acontecimientos han ocurrido en los 10 años transcurridos. La oposición fascista y sus aliados naturales: el gobierno de los EE.UU. y los de sus lacayos, incluido el español; las grandes empresas de comunicación a nivel mundial y las empresas multinacionales de distinto origen, no han parado de conspirar, de sabotear el proceso democrático y de transformaciones que el país vive.
Del otro lado, la Revolución Bolivariana, a la que se calificó durante los primeros años como “la Revolución Bonita” (y lo sigue siendo), ha seguido avanzando, en medio de continuos sobresaltos provocados, en la reconstrucción de la economía nacional, en la profundización de la democracia participativa y protagónica; ha seguido ganando elecciones y saldando la gran deuda social que se arrastraba debido a las políticas de saqueo desarrolladas por la oligarquía y sus secuaces durante décadas y siglos.
En estos años el panorama geoestratégico de la América del Sur también se ha modificado de modo ostensible. La necesidad imperiosa de integrar economías sobre bases distintas a la propuesta norteamericana que supuso el ALCA, da un respiro a los gobiernos más comprometidos y hasta aquellos de claro signo conservador y neoliberal, no han tenido más remedio que aceptar, de buena o mala gana, que en el marco de la crisis global del capitalismo, si quieren sobrevivir tendrán que no mirar solo y exclusivamente a las economías del Norte.

Caracas era una fiesta

Teatro Principal después de la remodelación 
PDVSA- La Estancia, abierta al pueblo

Utilizando la expresión de Ernest Hemingway. También la ciudad está desconocida. Abandonada por la oligarquía era una auténtica ruina en marzo de 2002, la primera vez que la visité. Los edificios patrimoniales en condiciones catastróficas, la ocupación del espacio público por miles y miles de buhoneros (vendedores informales), la suciedad y otras expresiones de abandono, convivían en el centro-centro de la capital de la República.
Para que puedan hacerse una idea, en una de las esquinas de la Plaza Bolívar, un edificio decrépito cobijaba en sus bajos una zapatería. En realidad se trataba de una de las casas del Libertador, en la que estuvo hospedado Francisco Miranda y en la que residió Simón Bolívar en su último paso por la ciudad que le vio nacer, camino a la muerte en tierras colombianas,  La Casa del Vínculo.  Tras un excelente trabajo de restauración ahora está abierta al público como museo gratuito.
En otra de las esquinas de la Plaza Bolívar, justo al lado de la Casa Amarilla, casa de protocolo del Ministerio del  Poder Popular para las Relaciones Exteriores, un edificio de gran envergadura afea la calle, tapado con tablones, estructuras sujetas con postes de hierro, siempre que pasaba por allí intentaba evitarlo, tal era su estado de decrepitud. Se trataba del Teatro Principal; las obras para rescatar la fachada y el interior original, adaptado a las comodidades y a las nuevas tecnologías, han sido espléndidas. En el se realizan en la actualidad multitud de eventos y ha sido centro de debates internacionales sobre el papel de los medios de comunicación en el golpe de Estado de 2002.
Se han abierto cafés y bares, diríamos por aquí, que mantienen hasta altas horas de la noche sus terrazas abiertas, con actuaciones musicales en vivo. Algo inédito que es contemplado por los viandantes con sorpresa y alegría.
Una gran amiga, Ana María, me contaba que no había visitado el centro de Caracas desde hacía cerca de 30 años. Otros me comentaban que cuando necesitaban hacer alguna gestión en el centro pagaban a una persona para que la hiciera, cualquier cosa menos ir.
Alguien me explicaba con suma satisfacción que están promoviendo una consigna, “En el centro se vive mejor”. Y entre risas, la necesidad de que el Gobierno de la ciudad nacionalice el restaurante La Atarraya, en la Plaza del Venezolano, pues se niega a cerrar más tarde.
Otros lugares emblemáticos de la ciudad han sido rescatados y puestos en valor social: Plaza Caracas, Plaza Venezuela, el Boulevard “Sabana Grande” (de las transformaciones que con mayor orgullo hablan los caraqueños), Los Próceres, Plaza de los Museos, El Calvario, Parque Este, etc.
Multitud de áreas recreativas instaladas para goce de niñas y niños…

Actividades por todos lados

 Mesa redonda en el Banco Nacional de la Vivienda

 Todas las actividades organizadas con motivo de la conmemoración de la movilización popular de 2002 han estado repletas de público. Era impresionante ver la cola de gente que aguantaba bajo la lluvia para poder entrar al Teatro Principal, una de las noches que andábamos por allí.
En la Plaza de los Museos se celebraron talleres sobre el papel de los medios de comunicación comunitarios y alternativos. En este caso, la lista para inscribirse fue multitudinaria.
También el Teatro “Teresa Carreño”  funcionó como foro de debate, así como otros edificios públicos como la Sede del Banco Nacional de la Vivienda.
En la “esquina caliente” de la Plaza Bolívar, una carpa para proteger del sol y de la posible lluvia, permaneció instalada todos los días; allí se organizaban debates, en algunos casos televisados, cualquier persona podía acercarse, sentarse, dar su opinión o seguir a través de una gran pantalla de televisión, lo que ocurría en los espacios cerrados donde se estaban desarrollando conferencias, proyecciones, etc.
Un gran despliegue de cartelones perfectamente editados recordaban los titulares de la prensa nacional e internacional durante los acontecimientos de 2002. Mucha gente se paraba a leer los contenidos e inmediatamente se organizaba el corrillo y un conversatorio. Al saberme extranjera, se dirigían a mí para contarme los acontecimientos del 2002.
En la llamada “Plaza de la Revolución”, centro de las actividades de la comandanta “Lina Ron” y de su organización, Unidad Popular Venezolana, el bullicio era permanente durante el día; por la noche se ha convertido en un lugar donde muchos parroquianos acuden a jugar al dominó. Un gran mural recuerda a Lina, la Plaza siempre está limpia como un palmito…


13 de Abril: Concentración hacia Miraflores

Avenida Urdaneta. 13 de abril 2012
El pueblo porta un retrato de Simón Bolívar

Desde tempranas horas de la mañana nos encontrábamos en el centro de la ciudad. Al bullicio normal de un día no festivo se sumaban “oleadas” de personas, muchos jóvenes, con camisas rojas o con distintivos de las Misiones sociales puestas en práctica en los años del gobierno bolivariano.
Ya, para el medio día, la Avenida Urdaneta, que pasa por Puente Llaguno y conduce al Palacio de Miraflores comenzaba a saturarse, a pesar del “palo de agua” que había caído. Hombres y mujeres de todas las condiciones y color de piel manifestaban su alegría cantando o bailando, hablando, desplegando banderas y pancartas.
Preguntando aquí y allá, la respuesta era siempre la misma: Prohibido olvidar.
Como a las 4 de la tarde la multitud era aplastante. Por las calles transversales miles de personas caminaban hacia la Urdaneta y regresaban porque ya no podían acceder e intentaban hacerlo desde otro lugar. Las gentes de las milicias populares con sus uniformes y perfectamente alineadas, muchas mujeres de las clases populares mostrando su orgullo por llevar el uniforme que las identifica.
Mi compañera Herminia y yo decidimos alejarnos de la Urdaneta y regresar contracorriente a la Plaza Bolívar. Habíamos intentado llegar a Puente Llaguno pero resultaba imposible.
En la Plaza Bolívar seguimos mirando con emoción la llegada de nuevos destacamentos de personas: una organización tupamara, las patrullas del Instituto Nacional de Estadística, mucha juventud, mucha juventud movilizada, que ya no podría, pensábamos, llegar al Palacio de Miraflores para escuchar al Presidente, Hugo Chávez, hablar desde el Balcón del Pueblo, y tendría que conformarse con escuchar sus palabras a través de las grandes pantallas instaladas en distintos puntos.
Desde el piso 20 de la Cancillería pudimos contemplar la multitud y hacer fotografías antes de ponernos a escuchar, en la Sala de Prensa, el discurso del Presidente quien horas después, según anunció, viajaría a La Habana para seguir con el tratamiento médico.
Un periodista venezolano me preguntó si recordaba aquel terrible 11 de abril de 2002. Claro que lo recordaba, tanto que no he dejado de pensar en lo ocurrido ni un solo día de mi vida.
Imposible olvidar, prohibido olvidar, el papel criminal y terrorista de los medios de comunicación en España quienes, desde la madrugada del 11 al 12, repitieron sin matices la versión de los medios golpistas de Venezuela, emitidas a través de todas las agencias de noticias del mundo.
Imposible olvidar, prohibido olvidar, el desamparo y el dolor que sentimos y la posterior indignación. No tuvimos ninguna posibilidad de saber lo que verdaderamente ocurría. Fueron decenas de llamadas telefónicas, nadie se ponía al habla, no sabíamos que las comunicaciones habían sido saboteadas. Cuando se filtró la conversación entre la hija de Hugo Chávez con Fidel Castro algo comenzó a moverse en los medios.
En la noche del día 13, por fin, Carolus Wimmer me decía por teléfono: Camarada Carmen, tranquilízate, miles de miles de miles están ya en el Palacio de Miraflores, el Presidente no ha dimitido, está secuestrado en la Isla de la Orchila… tranquilízate, el pueblo conseguirá que regrese sano y salvo. Dilo a los compañeros de España, repite lo que te estoy diciendo. Y eso hicimos durante toda la madrugada hasta que desde casa de mi hermana Ángeles nos informaban que estaban viendo en directo, a través del CNN-Plus, lo que ocurría en Caracas, que lo estaban grabando para que no nos perdiéramos nada.
El día 14 de Abril, lloramos de alegría, de emoción, de tanta solidaridad y agradecimiento como acumulaban nuestros corazones. Pudimos celebrar, junto al pueblo noble de Venezuela, el triunfo sobre el fascismo y, en el 71 aniversario de la proclamación de la II República Española, gritar junto a él: ¡En Venezuela, NO PASARÁN!

¡Prohibido olvidar!
Prohibido olvidar. Paneles recordatorios. Plaza Simón Bolívar 

Roete Rojo

lunes, 4 de junio de 2012

EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL ANTIFASCISTA EN GRANADA


LA CARA AL VIENTO
Estudiantes por las libertades democráticas en la Universidad de Granada (1965-1981)

“Al Vent” es el título de una canción escrita en catalán y compuesta por el valenciano Raimon. Durante los años 60 y siguientes se convirtió en un himno contra la dictadura fascista y en una reivindicación de la cultura catalana.
El pasado 25 de mayo, se presentaba en el Crucero del Hospital Real de Granada, hoy sede del Rectorado de la Universidad, el libro “La cara al viento”, que recoge a través de documentos y testimonios, la lucha y objetivos del movimiento estudiantil en la Universidad de Granada desde 1965 a 1981. En la contraportada se puede leer, “Este libro es un homenaje a todos ellos y a todas ellas porque desde su inconformismo y a veces desde un heroísmo no buscado, abrieron ventanas de libertad”.
La reseña completa, para quienes tengan interés en comprarlo o consultarlo es la siguiente: “La cara al viento”. Estudiantes por las libertades democráticas en la Universidad de Granada (1965-1981). Antonio Martínez Foronda, Pedro Sánchez Rodrigo, Isabel Rueda Castaño, José María Sánchez Rodrigo, Miguel Conejero Rodríguez y Oscar Rodríguez Barreira. Está editado por la Fundación de Estudios Sociales-Archivo Histórico CC.OO-A y la Editorial “El Páramo”. Contando con la colaboración, además, de las CC.OO. de Andalucía y Cajasol. Son dos volúmenes.
La Universidad de Granada colaboró con la edición de la “Memoria Fotográfica”.
En verdad, como se puede comprobar en la relación de archivos, documentos, transcripción de entrevistas, fotografías y documentación clandestina, se trata de un arduo trabajo, hecho posible gracias al compromiso y dedicación de los autores y autoras; y muchas horas de desesperación para encontrar financiación para la edición.
El día 25 de mayo, el Crucero del Hospital Real, parte de la Facultad de Filosofía y Letras desde 1973 a 1978,  estaba a tope, como en aquellos tiempos en que se convocaban Asambleas de Facultad o Distrito, sólo que las gentes estaban sentadas, había una tribuna y equipo de sonido y la mayoría de los asistentes éramos adultas y adultos mayores. No había temor de que aparecieran los “grises” (así llamábamos a la Policía Nacional por el color del uniforme) ni que la “autoridad gubernativa” prohibiera el acto.
Habló el señor Rector, que hasta pocas horas antes no había manifestado la intención de hacerlo; el prologuista, el secretario de la Unión Provincial de las CC.OO. de Granada, Eduardo Saborido, el editor, y Pedro Sánchez Rodrigo, en nombre de los autores del trabajo de investigación. Alfonso Martínez Foronda ofició de presentador. Imagino que sufriría mucho teniendo que asumir estas tareas de protocolo pero quién mejor para realizarlas que el "alma mater" de la publicación.
Pedro Sánchez Rodrigo, leyendo su intervención. 

Hubo actuaciones musicales a cargo de dos históricos del movimiento estudiantil granadino, Enrique Moratalla y José María Alfaya.
Se concedió la palabra a tres representantes de tres generaciones de dirigentes estudiantiles: Bernabé López García, Esteban Rodríguez Ocaña y yo misma.

Un trabajo de síntesis en honor a la verdad

Sabía que de materializarse la intervención ésta tendría que ser especialmente breve. Trabajé durante días las palabras que desde el principio decidí leer y no improvisar. Fueron apenas 5 minutos.
Cuando llegó la hora de la verdad me encontraba muy nerviosa. Al escuchar los discursos que se iban sucediendo, miraba y releía lo que llevaba escrito y le preguntaba a mi amigo Fernando Wulff y a Roque, si es que nosotros habíamos vivido en otro planeta y habíamos estudiado en otra Universidad.
Mi amigo Fernando, tras escuchar las palabras de Eduardo Saborido, me dijo al oído: - Ha dicho el tío lo mismo que en 1976 y cuando yo pedí la palabra le desmonté la intervención. A lo que Roque le contestó riendo: - ¡Pues yo me acuerdo perfectamente.
Tan sólo nos vimos reflejados en la intervención, también leída, de Pedro Sánchez Rodrigo.
Sin más preámbulos, pongo a vuestra disposición mi intervención:

Buenas tardes a todas y a todos:

Si acepté leer algunas palabras en este acto es porque pretendo hacerlo en nombre de una generación de jóvenes estudiantes universitarios antifascistas y anticapitalistas; hacerlo en el mío propio carecería de sentido. Mi voz, aislada del resto de las voces que se hicieron sentir, no tendría ningún interés.

Hablo sin distanciamiento y con orgullo de una generación que fue derrotada, lo cual quiere decir que estuvo dispuesta, con todo el valor y fortaleza de la juventud, a dar la batalla. Sin distinciones ideológicas, que fueron muchas, una minoría que supo y pudo ganarse el respeto y autoridad moral y política sobre miles y miles de estudiantes universitarios y sobre no pocos profesores. Militantes conscientes y disciplinados; magníficos compañeros y compañeras; en tantos casos los mejores expedientes de cada promoción.

Luchamos por una Universidad pública, gratuita, democrática y científica al servicio del pueblo. Y lo que fue más rupturista, si cabe, por un modelo docente articulado a través del contrato laboral y el Cuerpo Único de Enseñantes. Este modelo de Universidad implicaba a todas luces Otro Modelo de Sociedad, con el cual nos sentíamos profundamente identificados. Nunca fuimos una trinchera aislada y quizás esta característica ineludible explica nuestra debilidad cuando se impuso el modelo pactado durante la Transacción Política. (Cuando llegó la hora de las divergencias con la “inteligencia” de los partidos políticos y de la institución académica, fuimos calificados de “pequeños burgueses radicalizados”, rebeldes sin causa, etc. No fue cierto. Habíamos madurado durante generaciones los objetivos que nos movían, representábamos una causa justa y democrática).

Siempre me dolió e indignó de manera especial la falta de interés por rescatar la historia y acumulado de luchas del movimiento estudiantil antifascista. Si la memoria ha sido difícil de mantener en el seno de otros movimientos populares, para el caso del movimiento estudiantil, dado el handicap de la permanente renovación de su base social y la posterior dispersión de sus miembros, ha resultado casi imposible.

(Fuera cual fuere la evolución personal de cada quien, aquella historia de heroicidades y de dificultades extremas ha dejado en nuestros hábitos cotidianos, seguro, huellas imborrables. En mi caso, por ejemplo, jamás caminaré en la noche por una acera estrecha, para evitar que desde un portal o desde un vehículo aparcado, puedan secuestrarme. Así como, JAMÁS, JAMÁS, se me ocurrirá decirle a un taxista algo que se aproxime a la verdad, ni tan siquiera el lugar al que me dirijo).

No es cierto que la Historia se esté escribiendo desde cero en la actualidad. Quienes esto teorizan no sólo expresan un pensamiento arcaico y antihistórico sino también profundamente retrógrado. Por eso agradecemos doblemente el esfuerzo que ha significado la elaboración y edición de este libro.

En estos momentos de crisis global del capitalismo, de pérdida de derechos sociales conquistados y de amenazas palpables para criminalizar las protestas, bueno es recuperar la experiencia de lucha de los estudiantes en el peor de los escenarios imaginables: el de la dictadura fascista. Hasta el último momento fuimos perseguidos y golpeados; aplicándosenos el Decreto Ley Antiterrorista, entre los años 1975 a 1978.

Existir, es decir, pensar, era un riesgo. Articular el pensamiento como organización, propuesta y lucha, podía pagarse con la vida. No es una metáfora, no es una hipérbole, no es literatura. Las detenciones, la tortura, la prisión de tantos y tantas y el asesinato de nuestro compañero Javier Verdejo, el 13 de Agosto de 1976, así lo demuestran.

Lo que dejamos sin hacer, sin hacer quedó. Nuestra solidaridad y nuestro compromiso con aquellas y aquellos que siguen intentándolo, es sincera y noble.

Gracias,
Granada a 26 de mayo de 2012
Roete Rojo

Nota.- Hice dos versiones. En el blog publico la completa. En la lectura suprimí las frases que en este texto aparecen entre paréntesis.