El libertador
fusilado
Puebla Don Fadrique es un pueblo del nordeste de la
provincia de Granada.
A inicios de los años 30 del siglo pasado cuenta
aproximadamente con 8000 habitantes que viven de la explotación maderera, la
ganadería, la agricultura extensiva de cereales y los servicios. Allí nace
nuestro personaje, Calixto Rioja Arias, en 1898, cuya semblanza realizamos
gracias a los documentos aportados por su nieto, José Rioja Molina.
A pesar de
su distancia de Granada, “La Puebla” es un pueblo importante: posee industrias
madereras y una reconocida feria de ganado; amplio comercio de bienes y
servicios entre los que se encuentran casino, salón de baile, cine, hospital
regido por una orden religiosa, convento, luz eléctrica, teléfono, telégrafos,
sastrerías, peluquerías, farmacias, etc. Lo cual no le libra de las necesidades
que padece la población trabajadora sometida a duras condiciones de explotación
y miseria. Todos los sectores económicos están sometidos a la propiedad
latifundista de la tierra.
Quizás por
esta doble condición el movimiento obrero organizado tiene presencia desde
principios de siglo. Aportamos una fotografía (algunos testimonios señalan
“Ejecutiva Local PSOE” y otros, “Comité Local de la UGT”), fechada en 1928, en la que todos los personajes están
identificados y merece la pena mencionarlos como constatación de su composición
de clase y porque algunos nombres aparecerán en la lista de fusilados el día 22
de septiembre de 1936. De abajo a arriba y de izquierda a derecha: Vicente
Navarrete *, Felipe Moreno Satorre (sastre), Higinio López Martínez; Antonio
García Egea (farmacéutico), Bonifacio
Sánchez (médico), Demetrio Sánchez Martínez (alpargatero), Jacinto Muñoz Álvarez
(practicante y comadrón), Crescencio Alcántara Buendía (joyero) . Albino Sánchez Barcálzel, Juan de
Dios Muñoz Galera, Calixto Rioja Arias*, Inocencio García González e Indalecio
Martínez Real.
Seguro que
en la foto están trabajadores de las aserradoras y algún maestro pero ha sido
imposible confirmarlo.
Proclamación de la IIª República
Como en tantos otros pueblos de
la geografía española la primera bandera republicana es izada en la Central de
Telégrafos de La Puebla por un joven funcionario, Tomás Azorín Verdú, de origen
catalanovalenciano, el 14 de abril de 1931.
Ha
triunfado la coalición republicano-socialista y Calixto Rioja Arias es elegido
Alcalde. Había sido uno de los miembros fundadores del PSOE local y su primer
Presidente, en 1917, con tan sólo 19 años.
Al ser elegido Alcalde tiene 33 años, está casado con doña Elicesia y tiene dos hijos: José y Pedro. Comenzó
como empleado de comercio y para entonces tiene un comercio propio; es
representante de la Sociedad de Autores y gestor de seguros.
Son años
convulsos por las fuertes contradicciones no resueltas por el Gobierno de la
IIª República; la Ley de Reforma Agraria sigue empantanada y con ella la
situación de los trabajadores y trabajadoras del campo. Las oligarquías socavan
la autoridad del nuevo Gobierno y sabotean su impulso reformador en cualquier
rincón; también en La Puebla, de lo cual hemos encontrado información en El Defensor de Granada que relata
enfrentamientos entre miembros de la Casa del Pueblo y el exsecretario del
Juzgado. Tenemos documentos que nos hablan de una campaña de difamación contra Calixto Rioja, así como un panfleto
original que recoge su defensa, firmada por el mismo, escrita en un perfecto castellano.
Acaba con las siguientes consignas: ¡Viva la Unión General de Trabajadores!,
¡Viva el Partido Socialista Español!, ¡Viva “Unión Social” limpia de bigotes a
lo Kaiser!
En 1933 la
coalición Radical-CEDA gana las elecciones. En 1934 estalla la Revolución de
Asturias o Revolución del 34. Las derechas son conscientes de que las
movilizaciones que se han producido tienen como instrumento fundamental las
organizaciones locales. Por eso deciden suspender los Ayuntamientos elegidos el
14 de abril de 1931 y nombran Juntas Gestoras. Calixto Rioja Arias es
suspendido como Alcalde de La Puebla.
La Revolución de 1934 en Puebla Don
Fadrique
En la
Puebla el levantamiento se produce con motivo de las reivindicaciones de una
aserradora contra sus patronos; la chispa recorre pronto todo el pueblo. La
intervención de la Guardia Civil provoca el enfrentamiento violento. La trama
urbana de la Puebla reproduce, como en tantos otros pueblos, la alianza entre
los caciques y la Iglesia. De la gran mansión se accede a dicha Iglesia por un
pasillo que conduce a sus insignes moradores a un balcón interno superior desde
el que mirar al pueblo en las celebraciones religiosas haciendo ostensible la
jerarquía. Durante el levantamiento, la Iglesia es asaltada aunque el incendio
es pronto sofocado. Los tiroteos se suceden por las calles. Un menor de edad es
herido por arma de fuego y un Guardia Civil muere. Las mujeres adquieren gran
protagonismo en la lucha que dura algunas horas antes de ser sofocada.
Mucha gente opta por huir por
temor a la represión. Otros son detenidos y conducidos, entre ellos una mujer y
algunos menores de edad, a la Prisión Provincial de Granada.
Triunfo del Frente Popular y Ley de
Amnistía
Formado este frente electoral,
en multitud de pueblos se realizan actos para apoyar las candidaturas
unitarias. En un documento aportado por la familia de Calixto Rioja, aparece la
comunicación oficial para un mitin a celebrar en Puebla Don Fadrique, el día 6
de febrero, en el “Salón Liberato”, en el que van a intervenir, entre otros, el
joven catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de Granada, Joaquín
García Labella, miembro importante de Izquierda Republicana (será fusilado en
Granada, el 25 de agosto).
En la
provincia de Granada tienen que repetirse las elecciones del 16 de febrero de 1936, al haberse detectado fraude. Vuelven
a realizarse el día 6 de mayo, ganando el Frente Popular los 13 escaños.
Calixto Rioja
es reincorporado a su puesto de Alcalde de Puebla Don Fadrique.
La presión para
que sean puestos en libertad todos los presos y presas de la Revolución del 34,
conduce a que la Diputación Permanente de las Cortes, decrete la Ley de
Amnistía, el día 21 de febrero. La amnistía para los presos de 1934 había sido
el tema principal del programa del Frente Popular. Pero no todo salió bien:
allí donde la movilización popular fue grande, lograron sacar inmediatamente a
los presos y presas de las cárceles. No fue así en Granada aunque se producen
algunas concentraciones en la Cárcel Provincial. Las personas detenidas por los
acontecimientos de 1934 permanecieron presas, esperando el “desarrollo” de la
Ley de Amnistía, entre ellas, las procedentes de Puebla Don Fadrique. Han pasado cinco meses
desde la Ley de Amnistía…de haber sido inmediata su ejecución, todas estas
personas habrían sido excarceladas y, es de suponer, habrían vuelto a su pueblo
donde muchas habrían tenido posibilidad de salvar sus vidas ya que la Puebla
Don Fadrique fue zona “roja” hasta el último momento de la guerra que desató el
golpe de Estado de Franco y sus secuaces.
El libertador fusilado
Una
de las primeras tareas que asume Calixto Rioja tras su reposición como Alcalde
de Puebla Don Fadrique es conseguir la libertad para los detenidos de su pueblo
que siguen en la Prisión Provincial de Granada desde 1934. En un documento,
fechado el 27 de mayo de 1936, anuncia que tiene que ausentarse de la localidad
“por motivos de trabajo, dejando a Felipe Moreno Satorre como Alcalde mientras
que él esté ausente. Viaja a la ciudad y se hospeda en una modesta pensión.
Como se dice popularmente “mueve Roma con Santiago”, consiguiendo la salida de
dos de ellos, menores de edad.
Los
acontecimientos se suceden de manera vertiginosa. El golpe militar de Franco
contra el legítimo gobierno de la IIº República se produce el 18 de Julio
Por
desgracia, en Granada capital, los golpistas se hacen dueños de la situación
desde el día 20 de julio, iniciando una campaña de terror y asesinatos masivos desde
el primer momento.
Calixto
Rioja es detenido y conducido a la Prisión Provincial. Durante su encierro
escribe un diario donde anota, entre otras cosas, los préstamos que realiza a
otros compañeros de infortunio. Se hacen gestiones para conseguir su puesta en
libertad que no dan resultado; la familia conserva algunas de esas cartas en
las que personas significadas ruegan su excarcelación. El 22 de septiembre es fusilado, en un
aquelarre multitudinario, junto a las tapias del Cementerio Municipal de San
José. Con él caen, ese mismo día, los paisanos a los que fue a liberar: Jesús
González Sánchez, Gabriel Sánchez Ibánez, Vicente Navarrete Sánchez, Francisco
La Paz Martínez, Salomé Campos (V), Primitivo La Cruz, Germán Gómez Tristante,
Carlos Sola Muñoz, Eugenio Suárez García, Hipólito Martínez Romero, Providencia
La Paz Martín, mujer, Laureano Castillo
Jiménez, Lobato Bernal Galera, Segundo Valero Martínez, y es posible que alguien más, como se explica
en el libro de Eduardo Molina Fajardo, “Los últimos días de Federico García
Lorca”.
En el libro
de Alfonso Martínez Foronda, “Diccionario de la represión contra las mujeres en
Granada (1939-1950), aparece el nombre de Providencia La Paz Martínez, de 33
años. Forma parte de una sumaria contra 36 vecinos de Puebla Don Fadrique; la
causa se inicia el 21 de septiembre de 1936… Entendemos que fue un juicio
sumarísimo pues a menos de 24 horas de haber sido iniciado se cumplieron las
sentencias a muerte.
La
represión en la Puebla fue brutal. Familias enteras son detenidas y llevadas a la
prisión de Huéscar, un pueblo cercano. Es el caso de las dos jóvenes
telefonistas, Encarnación e Isabel Moreno Pérez Hita, que son recluidas en
dicha prisión junto a sus padres.
El
certificado de defunción que posee la familia de Calixto Rioja, firmado por Don
Joaquín María López Diaz, Jefe Provincial del Distrito 3, dice que fue muerto
en esta capital (Granada) el 22 de septiembre de 1936, “ a consecuencia de heridas…” ; la fecha del
documento es ilegible.
El día
anterior a su fusilamiento había escrito en su cuaderno: “La máquina de
escribir es mía, pues me fue regalada y deseo sea para mis hijos Pepe y Pedro.
Granada 21 de septiembre. Calixto Rioja”. No respetaron su última voluntad.
Felipe
Moreno Satorre, al que ya vimos en la fotografía de 1929, le sucederá como
Alcalde de Puebla Don Fadrique hasta el final de la guerra.
El 3 de
junio de 1939 le requisan a su mujer, Elicesia, la mesa de su despacho
domiciliario. La misiva oficial dice así: “AYUNTAMIENTO NACIONALISTA DE PUEBLA
DON FADRIQUE, Se ruega a Doña Elicesia García facilite una mesa de despacho a
este Ayuntamiento por serle necesaria. Por Dios España y su Revolución
Sindicalista, Puebla Don Fadrique, 30 de junio de 1939, EL ALCALDE actal
(accidental), García Castillo. El 3 de diciembre de 1995, su hijo Pedro reclama
al Ayuntamiento la mesa de su padre; le es devuelta inservible.
José Rioja
Molina
Roete Rojo
Nos tienes muy abandonados.
ResponderEliminarLibrepensador