MALDITOS CANALLAS
(Seguimos hablando de la crisis)
No siempre uno puede plasmar en un título un tratado de
marxismo. Los responsables de la crisis no son, de sobra lo se, malditos o
solamente canallas. Malditos fueron grandes hombres, y mujeres, de la Historia , entre ellos el
propio Marx. El calificativo “canalla”, por su parte, no tiene solo un
contenido ofensivo; al menos en nuestro habla también expresa cariño. Pero
alguna vez, digo yo, podremos decir las cosas tal y como nos salen del
estómago. Y, hoy, lo que sale de mi estómago es llamarles Malditos Canallas.
El país se desmorona para los de abajo mientras los
Malditos Canallas, como han demostrado los beneficios obtenidos por el Banco
Santander o por Bankia, son extraordinarios. Hoy se hará público el PIB y los
Malditos Canallas hablarán en los medios de comunicación de la salida de la
crisis pues se prevé que 2013 acabe con un
crecimiento del 0.1%.
Mientras, en la casa de mis vecinos, todos sus miembros
en edad de trabajar están en paro desde hace más de dos años. Al padre, obrero
del metal, lo he visto en algunas ocasiones echando propaganda comercial en los
buzones de las viviendas del pueblo. El hijo, un joven electricista, marchó a
Italia a trabajar contratado por una empresa española; jornadas extenuantes de
trabajo, condiciones inhumanas de vivienda y el desprecio de los trabajadores
italianos; “nos trataban peor que a los turcos y nos hacían responsables de los
bajos salarios”. Volvió por navidad, como los turrones, y no ha vuelto a marcharse.
Hoy comienzan a bajar las temperaturas, se acaba el otoño atípico que hemos
tenido hasta ahora, y me pregunto cómo harán para hacer frente al frío que se
avecina. Ha subido el precio de la energía eléctrica y el del
gasoil-calefacción está por las nubes. Los escasos recursos que obtienen
tendrán que dedicarlos a seguir comiendo. Cuando nos decimos “buenos días” o
cruzamos unas palabras en la calle, todas las circunstancias caen sobre mi
cabeza como un saco repleto de piedras.
En la acera de enfrente, dos jóvenes profesionales con
título universitario y todos los masters que se puedan pensar, planifican su
futuro fuera de España. Están perfeccionando su inglés a marchas forzadas. El
objetivo, según me cuentan, pueden ser los países nórdicos. Ellas, pues son
chicas, no tendrán que pasar por las penalidades del joven electricista pero son
igualmente víctimas de los Malditos Canallas que han reventado sus ilusiones y
proyectos de vida.
Los Malditos Canallas han conseguido hacernos retroceder en la historia. Estos jóvenes, trabajadores manuales o intelectuales, tienen menos posibilidades de desarrollo, dentro del país que los vio nacer, que la generación de sus padres, quienes ya no vivieron la emigración masiva. Fueron los abuelos y abuelas de los jóvenes actuales, los que emigraron desde Andalucía, por cientos de miles, a Catalunya, a Alemania, Francia, Bélgica u Holanda. Se calcula que más de 2 millones de andaluces emigraron en los años 60 del siglo pasado.
Los Malditos Canallas han conseguido hacernos retroceder en la historia. Estos jóvenes, trabajadores manuales o intelectuales, tienen menos posibilidades de desarrollo, dentro del país que los vio nacer, que la generación de sus padres, quienes ya no vivieron la emigración masiva. Fueron los abuelos y abuelas de los jóvenes actuales, los que emigraron desde Andalucía, por cientos de miles, a Catalunya, a Alemania, Francia, Bélgica u Holanda. Se calcula que más de 2 millones de andaluces emigraron en los años 60 del siglo pasado.
La posibilidad del exilio económico se ha endurecido para los jóvenes actuales, evidenciando los cambios sociológicos que el capitalismo especulativo globalizado ha impuesto. Ya Europa, tampoco los llamados “países emergentes”, necesitan mano de obra no cualificada. Ahora reclaman técnicos, científicos, médicos y enfermeras, arquitectos, ingenieros… Son ya miles los que se han marchado y decenas de miles los que están pensando en hacerlo. Los datos del último informe del Instituto Nacional de Estadística nos dicen que las divisas que recibe nuestro país de sus emigrantes en el exterior es superior a las divisas que los emigrantes extranjeros envían desde España a sus países de origen.
"No nos vamos. Nos echan". Movilización de jóvenes emigrantes españoles en Bruselas. |
Mientras unos se han marchado y otros están preparando sus maletas, la mayoría de los jóvenes, los no cualificados, quedarán en tierra de nadie, es decir, prisioneros en su propio país, condenados a no tener futuro, desalentados.
¡Malditos Canallas!
Octubre 2013
Roete Rojo
No hay comentarios:
Publicar un comentario