(Escrito para El Otro País de Este
Mundo)
Las elecciones para elegir gobernadores y gobernadoras de los
23 Estados o Gobernaciones que componen la República Bolivariana de Venezuela
se celebraron el 15 de octubre pasado. El resultado de las mismas fue una alta
participación y la victoria chavista en 18 de las 23. Un dato extraordinario de
no ser porque la oposición se hizo, además de con Anzoátegui y Nueva Esparta,
con 3 Estados fronterizos con Colombia:
Mérida, Táchira y Zulia; frontera que ha sido, y por desgracia lo seguirá
siendo mientras la ultraderecha gobierne en Colombia, el territorio donde se
fraguan y desarrollan las estrategias más agresivas contra Venezuela en todos
los órdenes: económico, político, financiero, militar y paramilitar. En la
frontera se mueven los delitos de corrupción, extracción ilegal, tráfico de
divisas o contrabando a gran escala, así como la acción de los grupos
paramilitares colombianos y todo tipo de delincuencia. Pero en las victorias de
la oposición también han contado la mala gestión de los anteriores gobernadores
chavistas.
El Gobernador electo por el Estado Zulia, Pablo Guanipa, se
negó a juramentar su cargo ante la Asamblea Nacional Constituyente; de tal modo
que no pudo tomar posesión de su cargo. El próximo 10 de diciembre están
convocadas elecciones municipales y en Zulia volverán a votar un nuevo
Gobernador o una nueva Gobernadora, en estricto cumplimiento de la Constitución
y el Estado de derecho.
Pasados los terribles meses de la violencia política
desarrollada por la derecha fascista, en el marco de una campaña global contra
Venezuela, que fueron superados con la convocatoria a la Asamblea Nacional
Constituyente y la posterior victoria arrolladora del pueblo, el imperialismo
norteamericano guardó de momento el hacha de la intervención miliar directa
contra Venezuela para sacar el hacha de la guerra financiera. Las elecciones se
habían celebrado el 30 de julio. No tardó mucho el imperialismo y sus aliados
en contestar. La guerra financiera contra Venezuela no es nueva pero ahora
resurge con una virulencia extraordinaria.
El viernes, 25 de agosto, el presidente Trump aprobaba otra
Orden Ejecutiva para implementar de forma inmediata a través del Departamento
del Tesoro, sanciones a la economía y sistema financiero de Venezuela, con el
claro objetivo de asfixiar al país mediante este nuevo bloqueo económico;
habida cuenta de las características de la economía venezolana basada en la
exportación de petróleo y la importación de bienes e insumos. El boicot de los
bancos norteamericanos está bloqueando desde hace meses, por medidas similares,
la compra de alimentos, insumos productos y medicamentos, entre otros.
De inmediato las “agencias evaluadoras”, como en anteriores
ocasiones, hicieron correr sus “informes” en el sentido de que Venezuela no
podía hacer frente al pago de la deuda externa y advirtiendo de que estaba al
borde de la quiebra; a pesar de que el país se ha demostrado como un excelente
y riguroso pagador. Desde 2013 Venezuela ha pagado 71.700 millones de dólares
en concepto de deuda, siempre en plazo.
Siguiendo el guión, el Consejo de Ministros de Exteriores de
la Unión Europea aprobaba el lunes, 13 de noviembre, por unanimidad, sanciones
financieras contra Venezuela, un embargo de armas y de material “destinados a
la represión interna”. También Canadá se sumaba a las sanciones emprendidas por
el Gobierno de los EE.UU. de Norteamérica. En todos los casos se suma, además,
la sanción a cargos públicos y militares considerados “responsables del
deterioro democrático”. Entre ellos está el joven periodista Ernesto Villegas,
en la actualidad Ministro del Poder Popular para la Cultura, o el que fuera Fiscal de la República, Isaías
Rodríguez, embajador de la República Bolivariana de Venezuela en España e Italia
o en actual Fiscal, Tarek William Saab.
El Canciller de la República, Jorge Arreaza, se reunía el día
14 con los representantes diplomáticos acreditados en Caracas para manifestar
la enérgica protesta del pueblo y Gobierno
de Venezuela, a las pretendidas sanciones del Consejo de la Unión
Europea. “Es triste, dijo ante los asistentes, que con esa decisión los
gobiernos de la U.E. se pongan al servicio de la administración de Donal
Trump”.
El Gobierno venezolano, por supuesto, no se quedó de brazos
cruzados. El día 13 de noviembre se reunían en Caracas la gran mayoría de los
tenedores de bonos con la Comisión Presidencial de Reestructuración y
Refinanciamiento de la Deuda, para buscar aliviar el servicio de amortización
de las obligaciones en divisas. “De manera coordinada”, según expresión del
portavoz del Gobierno, “hemos superado esa complejidad, estamos venciendo el
cerco que intentó Trump y el señor Julio Borges”… “el Gobierno Nacional superó
el cerco brutal al que ha sido sometida nuestra economía originado por la
Oficina de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro (OFAC)”… “Vamos a
pagar en común acuerdo con los tenedores de los bonos. Pero no vamos a pagar la
deuda externa maltratando al pueblo como se hacía anteriormente, vamos a
proteger al pueblo”, expresó el Presidente Nicolás Maduro. Aún no han acabado
las negociaciones aunque sí está garantizado el apoyo de Rusia y China.
El martes 14 Venezuela iniciaba el pago de la deuda externa
“de manera franca, clara y correcta”, tras el proceso de refinanciamiento.
Jorge Rodríguez, flamante Ministro del Poder Popular para la
Comunicación e Información, afirmaba por
su parte que “frente a la intención de ahogar financieramente a la economía del
país, el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro,
diseñó una estrategia para refinanciar la deuda externa, y en consecuencia se
dejó “con los crespos hechos” a estos genuflexos de la derecha venezolana, a
los centros de la Unión Europea y a los centro financieros internacionales”.
La Asamblea Nacional Constituyente, por su parte, dio
respaldo al refinanciamiento de la deuda externa., aprobando por unanimidad el
martes 14, un acuerdo de rechazo a las sanciones unilaterales de la Unión
Europea contra Venezuela, exigiendo a la U.E. ajustar su actuación al Derecho
Internacional y a abstenerse de realizar actos unilaterales, coercitivos, que
contribuyan a vulnerar la soberanía nacional, con la declarada intención de
oxigenar a la oposición antidemocrática y criminal. Con esta acción, afirma la
ANC, la Unión Europea renuncia a su soberanía y se pliega, rinde y subordina a
los mandatos y exigencias de los EE.UU. de Norteamérica.
Las acciones contra Venezuela continúan. El Gobierno de
Rajoy, el más activo a la hora de promover en el Consejo de la U.E. las
sanciones contra Venezuela, el más rastrero en relación a Donal Trump, ¿quizás
a cambio de alguna moneda en relación a
Catalunya?, ha recibido a Antonio Ledezma
(vámpiro, le llaman en Venezuela),
prófugo de la justicia venezolana. El texto diplomático de la Cancillería de la
República Bolivariana ha sido
contundente: “… El soporte que el Gobierno Español otorga al señor Ledesma no
es más que la continuación de una larga lista de agresiones e injerencias que
se que se cometen contra el pueblo y
Gobierno Bolivariano… Rajoy insiste en dar protección a quienes han violado
todos los principios democráticos y ha promovido la desestabilización del
Gobierno legítimo de nuestro país…”
La guerra, pues, continúa. El Ministro de Energía Eléctrica,
general Luis Motta, informaba que los sabotajes terroristas al sistema nacional
habían causado en lo que va de año 40 fallecidos (delincuentes, seguro de
origen humildes, mueren al manipular los cables de alta tensión) y 281 personas
detenidas. Según las estadísticas que mostró en rueda de prensa, dichos ataques
aumentan en las proximidades de cada convocatoria electoral.
El grupo musical venezolano “Los Guaraguao” eran retenidos en
el aeropuerto de Honduras durante 18 horas y luego expulsados, sin poder
realizar la gira que tenían contratada. El pueblo les rindió homenaje de
desagravio concediéndoles el honor de cerrar la FILVEN (Feria Internacional del
Libro de Venezuela).
Roete Rojo
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