sábado, 25 de febrero de 2012

¡HONOR A LOS VENCIDOS! Crónicas atarfeñas (1977-2010)

(Se recomienda ver las notas a pie de página para comprender algunos términos)


Iglesia de Santa Ana de Atarfe


Mañana el Partido Popular (PP) realiza “un acto de masas” en mi pueblo. Dicen, los del PP, que la elección de Atarfe tiene un gran simbolismo para ellos. Para mí, el simbolismo que los anima rezuma rencor por todos lados. Es el pasado, la memoria que ellos no han perdido, la que mañana se mostrará vivita y coleando.
Cuenta la leyenda urbana, que allá por el año 1977 del pasado siglo, un insigne granadino, D. Antonio Jiménez Blanco, convenció a Adolfo Suárez para que se trasladara a Atarfe, a un mitin, en el que quedaría demostrado que el pueblo era de “centro” y no de izquierdas. Sin embargo, el tiro casi les salió por la culata y no lo escribo en sentido metafórico… pues algunos mozos del lugar, se supone que de forma espontánea – aunque nadie podría ni afirmar ni negar si hubo de por medio algún que otro “cacharro” previo, en cualquiera de las muchas tabernas locales-, esperaron al coche y estuvieron a punto de volcarlo con sus moradores dentro. El insigne granadino, su ilustre invitado y el séquito de ambos, atravesaron dramáticos momentos. No pudiendo “salir por pies”, salvaron sus ilustrísimos pellejos gracias a la pericia del conductor. Por si os quedaba alguna duda: el mitin no pudo realizarse. El impacto del acontecimiento fue de tal calibre que hasta 1991, y tras el lapsus de un concejal de la extinta UCD,  la derecha no se atrevió a presentarse como tal en unas elecciones municipales.
Mañana vienen a tomarse la revancha. Cobardes como son, y lo han sido históricamente, si se atreven a volver, pasados 33 años, con el mismo objetivo ahora amplificado (quieren demostrar que Atarfe es de derechas a palo seco; lo escuché ayer en una entrevista en la Cadena Ser), es porque tienen la certeza de que ningún mozo, por muy “acacharrado” que esté, se osará a cuestionar su legitimidad.
Pueden llegar tranquilos, mearse y cagarse tranquilos encima de nosotros. Gane quien gane las próximas elecciones, Atarfe hace mucho tiempo dejó de ser lo que era. Sólo ellos, curiosamente, han guardado con celo su memorial de lucha y resistencia.
Del seno de aquel torrente colectivo surgieron personajes y anécdotas que adquirieron el valor de un referente:
Aquel pastor que cortaba la carretera con su rebaño de ovejas para impedir el paso de la Guardia Civil, cuando llegaba a reprimir una protesta.
Aquel oficial de albañil a quien la empresa castigaba con la soledad absoluta durante meses y años, reparando pequeños desperfectos en edificios antes de su entrega pero que cuando llegaban las elecciones sindicales ganaba por goleada a cualquier otro candidato, votándolo amorosamente trabajadores que no conocían ni su rostro ni su mirada.
Aquella trabajadora del textil que, casi analfabeta, consiguió organizar a las mujeres en defensa de los puestos de trabajo.
Aquel trabajador de la Alcoholera, al que yo denominaba el “brazo armado” del comité de empresa pues se especializó en perder los nervios en los Plenos del Ayuntamiento cuando el portavoz del llamado “grupo independiente”, empeñado en cerrar la Alcoholera por los “malos olores” que afectaban a su negocio, pedía la palabra.
Aquel otro oficial de albañil, especializado en piquetes de huelga y en pasar hambres cuando lo despedían de OSUNA, pues no era digno ganarse unos duros haciendo chapuzas mientras esperaba la solución al juicio sobre despido improcedente.
Aquel mencionado edil de la UCD que, frente a la opinión de su partido, defendió la Autonomía para Andalucía, él solito, con su Land-Rober, y que era aclamado por la gente en la calle Real con sinceros: ¡Viva tu polla!
Aquel médico solidario que falsificaba los datos de las mujeres que pedían visado para visitar a sus hombres en Alemania, certificando que no estaban embarazadas; cuando en realidad, todas viajaban embarazadas del tiempo justo para parir en el lejano país y así evitar que las echaran al cumplir los días de visita permitidos.
Aquella abuela que siempre me esperaba para relatarme historias sobre los crímenes del fascismo pues bien sabía, la abuela Elisa, que yo haría por escribirlas y así permanecerlas.
Ahora, las tribus urbanas, residuos de la crisis del sistema, tienen otros referentes, que se han ido gestando a través de los años, a la vista de todo el que haya querido ver:
El repartidor de beneficios espúreos y clientelistas.
El oportunista que aún guarda una última chaqueta.
El puro-macho, maltratador de muchachas de su generación.
El “camello” que se permite el servicio de un peluquero casi a diario.
El motero capaz de generar el mayor ruido por segundo y metro cuadrado.
El capaz de insultar al maestro o la maestra.
El especulador y sus secuaces.
El triunfador sobre todo y por encima de todos.
El desleído, el primitivo, el soez.
El convencido de que sólo el dinero genera dinero.
El desgraciado que piensa como rico.
En definitiva, una suerte de lumpemproletariado capaz de devorar a su propia estirpe con tal de mantener el espejismo del mercado del que sólo es la víctima mayor.
Ahora, los referentes políticos se miden y articulan según los beneficios y el prestigio social. Será por eso que el párroco y la Iglesia se han convertido en el auténtico “partido de masas y de vanguardia”; en la Sacristía se ha instalado la Secretaría de Organización y por ella pasan sin excepción y aborregados sin conciencia, todos los sectores ideológicos para poder garantizar a sus vástagos una primera comunión como Dios manda, un bautizo, un matrimonio o un entierro a sus mayores. Es allí, en la Parroquia, donde se ha establecido la “Escuela de Formación de Cuadros”.
Mañana, pues, los meapilas tomarán Atarfe sin pena ni gloria. Ya otros con anterioridad limpiaron el patio. Las damas y damitas “provida” podrán pasearse con absoluta tranquilidad por nuestros parques desiertos y amurallados. De la valentía y orgullo del pasado no queda nada o casi nada, ¡No quiero que me tachéis de pesimista! Y los últimos impulsos la izquierda los aprovechó en la guerra sin cuartel del “todo vale”, “conmigo o contra mí”, “ahora llegó nuestro turno”…y otras trincheras estériles para seguir manteniendo su compromiso con el orden de cosas establecido.
Mañana, cuando ya las hogueras de La Paz hayan consumido con su fuego todo aquello que nos hiere, un frío de metal afilado volverá a herirme el alma.
Bien sé en qué quedaron las posteriores hazañas de aquellos mozos de 1977. Pero esta noche voy a repetir el sacrificio intelectual de olvidar mis propias miserias y recordar todo aquello que representaban. Entonces la anécdota podrá convertirse en epopeya social y colectiva. Y desde ella grito:
¡¡HONOR A LOS VENCIDOS!!

Roete Rojo
Atarfe, 6 de febrero de 2010

Notas para los que lean el texto y no sean atarfeños o atarfeñas:
Atarfe: municipio granadino en el que vivimos desde hace 30 años, situado en la Vega de Granada, apenas a 9 kilómetros de Granada capital, era durante los años 70 y 80, parte del llamdo “cinturón rojo”.
Adolfo Suárez: político español, dirigente falangista, reconvertido en “demócrata de toda la vida”, que fue el primer Presidente de la “Transacción Política”.
Antonio Jiménez Blanco: abogado granadino, liberal antiguo, muy estimado por defender sin costes a estudiantes y trabajadores granadinos, represaliados por el franquismo.
“Cacharro”: mezcla de alcohol (ginebra, whisky, coñac o vodka) con un refresco.
“Acacharrado”: bajo los efectos de muchos cacharros.
UCD: Partido de derechas, nacido en la Transición Política. “Unión de Centro Democrático”.
OSUNA: empresa constructora granadina. Su promotor, en la actualidad, es el mayor propietario de olivos de España.
“Viva tu polla”: piropo muy usado en Granada y que se puede traducir como “viva tu madre”.
“Camello”: modesto tratante de droga.
“Meapilas”: beato católico irrestricto y dogmático, reaccionario e integrista.
“Provida”: organización ultraconservadora y fascista que hace campañas contra la Ley del Aborto”.
“La Paz”: aldea aneja al pueblo de Fuente Vaqueros, en dicha aldea un grupo de jóvenes y mayores, organizan anualmente las “hogueras de la Candelaria”, va gente de otros lugares, quien quiere escribe algo para leer junto a las fogatas. Este suelto fue escrito para tal ocasión y sería leído por alguien, ya que yo no pude asistir.

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