domingo, 17 de abril de 2016

¿LEY DE AMNISTÍA EN VENEZUELA?


El 11 de abril de2013 el Consejo Nacional Electoral de Venezuela hacía públicos los resultados de las Elecciones Presidenciales: 7.587.579 electores habían apoyado al candidato Nicolás Maduro Moros; un 50.61%. Ese mismo día comenzó el golpe de estado de la oposición fascista, agrupada en la llamada “Mesa de la Unidad Democrática”… Nada nuevo sobre el mapa.
Leopoldo López, cabecilla de la MUD, arengaba a sus seguidores para que “descargaran su arrechera (cabreo, indignación) en la calle”, y surgieron las “guarimbas” (lucha callejera, atentados, desórdenes, etc), que se desarrollaron en todo el país, principalmente en los Estados fronterizos con Colombia y en la capital, Caracas. Con el saldo de 43 muertos y centenares de heridos.
La estrategia golpista iniciada ha tenido como en ocasiones anteriores distintos elementos: apaciguadas las guarimbas arreció la guerra económica contra el pueblo (desabastecimiento, contrabando, sobreprecio astronómico de productos de primera necesidad, etc); una fuerte campaña internacional contra Venezuela, cuyo punto más fuerte fue el Decreto firmado por el presidente Obama, declarando a Venezuela un peligro para la seguridad de los EE.UU. La guerra mediática estaba servida.
En este contexto, el 6 de diciembre de 2015, se producen elecciones legislativas, siendo los resultados negativos para el Gran Polo Patriótico que obtuvo 46 diputados frente a los 99, obtenidos por la MUD. Comienza el golpe institucional. La nueva Asamblea ha intentado desconocer a la Constitución Bolivariana de Venezuela desde el primer momento de su instalación. Así, con su mayoría, sancionó en sesión celebrada el 29 de marzo la “Ley de Amnistía y Reconciliación Nacional”, declarada como anticonstitucional el 11 de abril por el Tribunal Supremo de Justicia, ya que, entre otras cosas desconoce el Artículo 30 de la Constitución Bolivariana, que reconoce los derechos de las personas que hayan sido objeto de violación de sus Derechos Humanos.
El constitucionalista Hermann Escarrá la ha denominado “Ley de Guerra”; otros, “Ley de Impunidad”, ya que pretende obviar los delitos de “lesa humanidad”, absolviendo de sus responsabilidades directas a los autores de los mismos como Leopoldo López, Antonio Ledezma, Daniel Ceballos, Iván Sivonovis, Manuel Rosales, etc., partícipes de las guarimbas y de los golpes de Estado; legitimando delitos como el terrorismo, la corrupción y el tráfico de drogas.
Nadie duda de que está en marcha otro golpe. Que Obama haya vuelto a declarar a Venezuela un peligro para los EE.UU. de Norteamérica, así lo indica. La reacción de los medios de comunicación en todo el mundo que han volcado su campaña sucia contra la República Bolivariana de Venezuela, también. “Resoluciones” en apoyo a dicha Ley se han sucedido desde instituciones como la OEA; o lo intentan en el Parlamento Europeo o desde el Congreso de los Diputados de España, aunque está estancada en la Comisión de Exteriores al haberse negado la representación de IU, Podemos e Ezquerda Republicana de Cataluña. La Comunidad de Madrid ha colocado carteles pidiendo la amnistía para Leopoldo López.
Para vergüenza nuestra, la causa contra Venezuela es utilizada en España por cirios y troyanos en su guerra interna. Descorazona y desespera la falta de ética que demuestran; mientras nos hundimos en un mar de corrupción y crisis económica e institucional, Venezuela se utiliza como un talismán que mueve resultados en las encuestas de previsión de voto.
La diplomacia venezolana tampoco descansa defendiendo los criterios y haciendo el relato de los crímenes que dicha Ley pretende absolver. El Comité de Víctimas de las Guarimbas, que reclama Verdad, Justicia y Reparacion, tampoco; viajando a cualquier lugar o institución donde puedan ser escuchados. Hace unos días, uno de sus portavoces declaraba, “pido a Pablo Iglesias que reflexione sobre sus declaraciones sobre Leopoldo López y que se coloque al lado de las víctimas y de la justicia”.
Los secuaces, en ambos lados del Atlántico, tendrán que aprender que “Venezuela se respeta”, aunque parecen duros de mollera en sus objetivos de destruir la Revolución Bolivariana. Están como gallitos tras el pírrico triunfo de Macri en Argentina, de la victoria del No en el Referendum en Bolivia y de las dificultades que atraviesa Dilma Rousseff en Brasil. Son incapaces de comprender que las cosas cambiaron mucho en América Latina en los últimos 15 años, y que los pueblos no van a permanecer impasibles, ya lo están demostrando, ante la liquidación de los derechos obtenidos.
En el 85 aniversario de la proclamación de la II República Española y a 14 años del triunfo del pueblo bolivariano de Venezuela frente al golpe de Estado contra el Presidente Hugo Chávez, es más válida que nunca la consigna: ¡¡En Venezuela: No Pasarán!!

Roete Rojo

1 comentario:

  1. Y NO PASARAN. jajajajajaja
    ANA MARIA
    SAN ANT ALT
    VENEZUELA

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