(Crónicas
desde la incubadora)
Melodrama
en IV Actos
Personajes:
Angelillo, bebé originario de Íllora.
Kevin
Cosner Ezú, bebé originario de Montefrío.
Rubén
Darío, bebé originario de Zafayona.
Las
Marimantas (número según presupuesto del productor).
El payo
vengador.
Las
Diosas del Amor (3).
Se ha
hecho el silencio. Ni padres ni madres merodean el lugar como en ciertas horas
de la mañana y la tarde. Se
oye, eso sí, el llanto de una criatura o de un gatito caprichoso.
Las
luces han quedado en ralentí y el mundo de los cuidados intensivos tiene el
aspecto de una película de ciencia ficción: cables, máquinas, monitores, luces
intermitentes rojas y verdes, pitidos de todo tipo.
Unos
pasos se escuchan con nitidez.
Angelillo,
un bebé rubio y blanco, alerta al resto de ciudadanos y ciudadanas de su edad:
- ¡Qué vienen las Marimantas!, ¡Plan B!
A Kevin
Cosner Ezú, un bebé moreno de raza gitana, le nace una maligna sonrisa en la
boca, bueno, en el espacio de la boca que tiene libre de tubos y artefactos.
Rubén
Darío, un bebé ecuatoriano, doblemente pequeño, por prematuro y por raza,
parece indeciso y casi susurrando les advierte:
- Si somos malos, el Diosito
nos castigará…
¡Otra
vez el payoponi con sus dudas!, le contestan Angelillo y Kevin Cosner Ezú.
¡Está
bien, está bien!, responde Ruben Darío, ¡Sin ofender!, que ya estoy cansado de
tantas burlas, mientras trata de rascarse el “fondillo”, de donde le cuelga una
sonda, con el talón del pie derecho.
La
Marimanta está vestida de verde, blanco o azul. Este detalle de los cambios de
color los tiene sorprendidos, será, piensan, una estrategia para despistarlos.
La Marimanta está comiéndose con gula el resto de una bolsa de galletas, para
lo cual ha tenido que quitarse el antifaz que siempre lleva puesto.
-¡Es
ella, es ella, es ella!, parecen decir los tres al unísono.
En ese
preciso instante, Kevin Kosner Ezú, tal y como tienen acordado, sacando todos
sus ancestros del estómago, comienza a gritar por seguiryllas:
-Ayyyyyyyyyyyyyy....
-Ayyyyyyyyyyyyyy....
La Marimanta
se lleva un susto de muerte y la bolsa de galletas hace un ruido metálico al
caer al suelo.
- ¡Lo
conseguimos, lo conseguimos! Se le ha puesto la cara de la “niña del
exorcista”, piensa Angelillo regocijado.
Los tres
comienzan a llorar. Saltan todas las
alarmas, los cuerpecitos se remueven dentro de sus cubículos, peligran todas
las sondas y los drenajes.
El lugar
se llena de Marimantas de todos los colores.
Es de
día. Donde sólo hubo silencio y media luz, ahora reina el ir y venir de
superespecialistas, especialistas y aprendices de brujo. Es el peor de los
momentos pues los bebés no saben qué pasará con ellos en las horas siguientes.
Es el momento de las “novedades” para los adultos.
La única
circunstancia que les alivia es saber que llegará el “payo vengador”. Las
Marimantas están nerviosas, van de un sitio para otro simulando normalidad, más
siempre mirando de reojo al pasillo por donde entrará.
Los tres
bebés se comunican a través de un lenguaje sólo conocido por ellos.
-Hay que
conseguir fastidiar a las Marimantas –dice Angelillo-, ¡Plan A!
Angelillo
pregunta:
-Kevin Kosner Ezú, Rubén Darío:
- ¿Habéis cagao?
Kevin
contesta:
-Yo no, pero no te preocupes, castellano, que he hecho un esfuerzo y
lo he “engomitao to”.
Rubén
Darío:
- Por más que rogué a Diosito no he podido hacer caca… pero con mucho
esfuerzo, he conseguido sacarme dos sondas… ¡Que la virgencita del Quinche me
perdone!... me he hecho mucho pipí del susto.
- Pues
Plan perfecto, yo estoy de mierda hasta el cuello… afirma Angelillo.
No saben
por qué pero para los adultos es determinante el que hayan subido 30 ó 40 gramos a la hora de la pesada. Son bebés pero
no son tontos. El peso depende de los fluidos que tengan depositados en el
cuerpo… Echarlos fuera es perfecto para no subir de peso, tenerlos a todos
cabreados y vengarse a su manera.
¡Menudo
lío se arma!
En medio
del escándalo aparece el “payo vengador”. Es un héroe atípico: no se parece a
Speaderman, ni al “Zorro” ni a Túpac Amaru. Es una especie de Sócrates del
siglo XXI, cuya arma es dialéctica y su instrumento es el ¿POR QUÉ?, mediante
el cual pone de los nervios a todas las Marimantas.
Angelillo
está muy orgulloso de este personaje pues se trata de su papá,
aunque
mantiene con él una disputa permanente, pues se ha especializado en putearlo
cuando duerme tranquilo; según el “payo vengador”, estimularlo es muy bueno
para arreglarle los mecanismos que aún no funcionan bien en su pequeño cuerpo.
- Cuando
estemos en casa… ¡Te vas a enterar de lo que vale un pimiento!, piensa
Angelillo… ¡Tu vida va a ser un infierno!, sentencia para sí. La cara del tío
de la “naranja mecánica” va a ser una broma comparada con la mía.
Se
acerca el momento más entrañable del día. Vienen las Diosas del Amor. A pesar
de que van vestidas casi como las Marimantas, máscaras incluidas, no pueden
confundirse con ellas.
Las
Diosas del Amor huelen a pan tierno, a hierbas del campo y tienen una voz muy
dulce que suena a cántico celestial. Nunca están enfadadas y cuando los toman
entre sus brazos y los mecen con sumo cuidado, los tres bebés se sienten
transportados al lugar más cálido, tranquilo y seguro del universo.
-¡Lo que
nos vamos a perder!, sentencia Kevin.
-¿A qué
te refieres?, le pregunta Angelillo.
-Pues
que si esto de estar en sus brazos es la repolla… ¿qué sería pasar día y noche
enganchados a sus tetas?
-¡No
digáis palabras “gordas”! … les dice Rubén Darío.
-¡DIOSITO
NOS VA A CASTIGAR!, dicen Angelillo y Kevin a dúo.
Ha
llegado el día esperado por todos sin excepción, incluidas las Marimantas. Los
tres bebés han superado la barrera de los 2500 gramos y están
dispuestos para lo peor, es decir, para llegar a sus respectivos hogares
desconocidos, donde los esperan abuelos y abuelas, hermanos y hermanas, primos
y primas… ¡Y la amenaza de un duro aprendizaje en la Escuela de la Vida!
Los tres
padres tienen cara de idiotas, hasta el “payo vengador”, y las Diosas del Amor
parecen intranquilas.
Las
familias se arremolinan alrededor de la salida, hay mucha expectación en todos
los rostros. Todos llevan objetos en las manos, de color azul y animalitos
estúpidos estampados.
Los
bebés también están inquietos sin ningún colgajo artificial entrando o saliendo
de sus cuerpos, como si les faltara algo.
-¡Me
cago en la leche!, clama Kevin Cosner Ezú, ¡Me teníais engañao!
-¿Por
qué dices eso?, le pregunta Angelillo.
-¡Pensé
que sólo mi pae era vendedor ambulante! Y ahora resulta que tós nos vamos
derechos a la Marcha
Verde.
La
conversación cesa al aproximarse las Diosas de Amor. Cada una coge entre sus
brazos a su pequeño bebé.
-Angelillo:
¡Mamá!
-Kevin
Cosner Ezú: ¡Amá!
-Rubén
Darío: ¡Mamita!
Los tres
bebés apenas han tenido tiempo de despedirse. Sería un final triste después de
tantas aventuras vividas juntos.
-Angelillo:
-Tíos, ¡Plan C!
Los tres
al mismo tiempo:
-¡Nos
vemos en el cruce de la
Moraleda ! ¡Las Marimantas, NO PASARÁN!
Roete Rojo
Notas:
1. Íllora, Montefrío y Zafayona son tres
municipios de la comarca granadina, “El Poniente”.
2. En Zafayona y alrededores existen
plantaciones de cultivos tempranos. En los últimos años se asentaron allí
muchos trabajadores emigrantes, principalmente de origen boliviano y
ecuatoriano. Estos trabajadores y sus familias son calificados por la población
gitana, presente desde siglos, como “payosponi”. Para los gitanos, los que no
somos de su etnia, somos “payos”; los nuevos pobladores, a todas luces no son
gitanos y por lo tanto son payos… pero payos de estatura más pequeña, de aquí
el calificativo.
3. Marimantas: personajes de la fantasía
popular, seres fantasmagóricos que recorren por las noches las calles. Se ha
utilizado esta figura para representar al personal de enfermería de la Unidad de Cuidados
Intensivos de Pediatría.
4.- Fondillo: es el sustantivo que se utiliza
en muchos países de América Latina para denominar al culo, palabra considerada
obscena y de mala educación.
5.- Castellano: así denominan también los
gitanos a los payos. Me apasiona la palabra por la significación histórica que
tiene.
6.- Engomitar: es, según el lenguaje
popular, un vómito salvaje.
7.- Repolla: superlativo de polla, es
decir, supercojonudo, lo mejor de lo mejor.
8.- Pae, contracción de la palabra padre.
Muchos gitanos se dedican a la venta ambulante. A las ferias ambulantes más grandes,
los gitanos dieron el calificativo de “Marcha Verde”, desde la invasión de
Marruecos sobre el Sahara.
9.- Cruce de la Moraleda , intersección de
carreteras desde la cual se puede ir a los tres pueblos mencionados.
Este melodrama en IV actos, está dedicado a mi Fisio, el payo vengador y a su hermosa esposa.
ResponderEliminarLo escribí con mucho cariño y dedicación. Jamás había incursionado en el mundo del teatro. ¡Qué sean felices y crezcan con salud los tres protagonistas! Roete Rojo